El proceso de la sublimación en impresión se produce cuando la tinta para sublimación pasa del estado sólido (tinta sobre el papel) al estado gaseoso, consiguiendo penetrar en el producto y perdurando en el material permanentemente.
Los productos sobre los que se aplica esta técnica, son productos especiales, de materiales específicos y que deben tener aplicado un barniz/coarting especial que permite la sublimación.
Mediante esta técnica, se consigue que la impresión penetre de manera permanente en el material, proporcionando así que los colores se mantengan vivos y permiten ser lavados infinidad de veces sin perder su calidad.